El Yoga llego a mi vida como un regalo
Tengo 45 años, cuando veo la cifra aun me cuesta creerlo porque me siento joven y me veo físicamente bien, cuesta creer que estoy ya mas cerca de la menopausia que de la menarquia.. pero vamos mucho más cerca.
Sin embargo, no se muy bien porque justo el dia de Navidad cuando volvía de la comida familiar algo cambio en mi interior. Ese día quise cambiar, algo me decía.. ya llego el momento en el que debes cuidarte.
Y lo hice, y no hablo de hacer dieta ni perder peso, ya que eso lo empece a cambiar cuando vine del verano, como ya adelante en otro de mis post, he perdido 7 kilos desde este verano, por lo que mis hábitos alimentarios ya cambiaron,desde hace meses ya no tomo azúcar mas que la que viene en los alimentos, ya no tomo nada de bollería industrial, ni bebo absolutamente bebidas azucaradas. He cambiado todo eso por fruta, por miel, por infusiones y por chocolate negro con almendras.
Sin embargo, mi cuerpo me pedía mas.. me pedía ejercicio físico, pero he sido siempre muy vaga, de hecho, mi profesora de gimnasia del cole aun recordara mis malas e inventadas excusas para saltarme las clases de gimnasia.
Así que elegí la práctica del yoga como disciplina para ponerme en forma, no porque no supusiera esfuerzo, sino porque mi cuerpo pedía algo más, pedía serenidad, pedía flexibilidad, pedía aumentar mi autoestima en una edad algo difícil para las mujeres ya que se acerca la menopausia, ese fantasma que asusta y aterra al que hay que hacerle frente, como una buena guerrera.
Elegí a Nina, mi sensei, mi maestra para que juntas nos adentraremos en esta disciplina, ella me aviso, esto no es un ejercicio físico sin más, esto es un estilo de vida,¿ seras capaz?
He tardado 2 meses en aclimatarme, pero casi sin darme cuenta, practico Yoga a diario, me levanto dos horas antes para que sin prisas, pueda dedicarme a la práctica de mis asanas y como no la meditación con la que premio mi cuerpo después del esfuerzo realizado.
Noto ese cambio que no es inmediato ya que aunque llevo 2 meses, ha sido en esta ultima semana cuando me he dado cuenta de que ya soy yogui, porque cuando en mi día a día me embarga la inquietud, respiro hondo, me aparto del ruido y medito, ensancho mis pulmones que estaban muy constreñidos y respiro tan profundamente como puedo y exhalo vaciando mis pulmones para que se llenen de oxígeno renovado.
Noto ese cambio cuando estoy deseando levantarme por la mañana para saludar al sol y dar las gracias por que cada mañana salga y nos caliente.
Noto ese cambio cuando agradezco cada pequeño detalle, mi ducha,el alimento y además ahora me alimento de forma más saludable porque el cambio también se producen en cómo cuidamos nuestro cuerpo.Y Noto el cambio físico, los que me conocen dicen que me ven mas estilizada, como si hubiera crecido, camino con paso firme porque tengo voluntad, voluntad de controlar mis impulsos, la voluntad de mejorar mi vida y he ganado flexibilidad, ciertas asanas antes dificultosas se han convertido en pequeños retos de la vida y así como por arte de magia, ya me cojo los pies con las manos sin ayuda de cintas.
Noto que ha mejorado mi espalda, la chepa que me acompañaba después de años de estudio, se está disipando.Si lo noto todo esto en solo 2 meses, cuando lleve años, sera glorioso.
Mi consejo de hoy es que os adentréis en esta disciplina pero hacerlo con pasión, con dedicación y como no con paciencia, porque el cambio siempre llega. Para mi el yoga vino como mi regalo de Navidad para mejorar mi vida,
Namaste