Fatiga pandémica
Quizás te ocurra como a mi.
LLevamos un año pendientes de la Tv, de las restricciones, de esperar la llamada de alguien diciendo que es positivo.
Llevamos ya un año pendientes de un hilo y me siento cansada.
¿Te pasa a ti ?
Echo de menos la libertad de salir, entrar, de comer y beber con amigos, de abrazarme, besarme y celebrar los cumpleaños cantando y soplando velas.
Y estoy cansada porque no veo la luz al final de túnel.
Sin embargo veo cepas nuevas, mas letales, mas infectivas, mas dañinas y veo descontrol del gobierno y descoordinación entre el gobierno y las comunidades autónomas.
Necesitaría que alguien me dijera que solo es cuestión de esperar, que llegaremos a tiempo con las vacunas, que serán eficaces para las nuevas cepas.
Necesito saber que todo saldrá bien.
Pero a día de hoy, solo me siento segura cuando yo tomo las riendas, cuando protejo mi centro de trabajo para que mi clienta se sienta tranquila.
Mi clienta sabe después de un año que en mí puede confiar porque las escucho decir frases como “que gusto ver tanto cuidado” y “ojalá hubiera mas gente como tu”.
Me doy cuenta que no soy la única que se encuentra huérfana de mando y además percibo un sentimiento generalizado de cansancio y de fatiga.
Incluso hay personas que muestran síntomas físicos, de dolores de cabeza, taquicardias, y todo porque se ha truncado la vida tal y como la conocíamos.
Tenemos que aprender a vivir de manera diferente, porque ya nada será igual.
Os recomiendo que cuanto antes asumamos ese cambio será mejor para nosotros, creo y ojalá me equivoque que ya no debemos esperar la vieja normalidad, la vida tal y como la conocíamos.
Ahora lo que toca es aceptar y aprender a ver la nueva normalidad, aquella que se inició hace un año y que vino de tierras lejanas.
Cuca Miquel
